Bangkok no es para mi

Yo hace tiempo que las cosas me las voy tomando con un sentí do del humor envidiable.
Y mi paciencia es inagotable...
Quizá sea que la vida me ha dado las tablas suficientes para coger al toro por los cuernos.

Os voy a contar algunos claros ejemplos de un "estilo de vida" que va creciendo a más en la sociedad tailandesa tanto por la parte local como por parte de los expatriados que pululan y viven aquí, y así entenderéis el mensaje, y el porque de contar las semanas que me quedan para regresar a Madrid.

ESTUDIO SOBRE UN TURISMO SEXUAL PASIVO Y LA RIQUEZA MENTAL DE LOS EXPATRIADOS QUE VIVEN EN BANGKOK:

- Caso 1:
Hace pocos días en el "staff room" me encontré a un colega de trabajo, de regreso, tras haberse cogido una semana para irse de vacaciones a Bali, con su " chica".

Verle la cara al mancuriano es tener de inmediato en la mente la imagen de un anuncio por palabras en la sección de contactos de cualquier periódico local:

Hombre feo inglés, (pero solvente), busca el amor en Tailandia, ¡por que sabe que en su país lo tiene muy jodido!

Resuelta que el individuo en cuestión, se vino a Tailandia prácticamente a esto; A buscarse una mujer, por que sabía que las posibilidad de encontrar una chica guapa, relativamente joven o que entrase en sus cánones de belleza, en Manchester era completamente nula.
Conoció aquí a la que hasta hace poco fue su pareja, más o menos de su edad, pero bastante atractiva; Mantenida, por supuesto, y a su familia del pueblo también.
Vinieron tres años de supuesta felicidad, hasta que llega el momento de irse de vacaciones.
Llegan al aeropuerto, y el muy idiota se da cuenta en ese preciso momento, que en su pasaporte no hay más hojas en blanco para sellar la salida del país siguiendo las reglas del visado.
El no podrá viajar hasta que no tenga un duplicado de su pasaporte, mientras ella, muy avispada, le sugiere:
- No deberíamos desperdiciar más dinero en cambiar billetes. Tú te quedas y yo me voy. Nos encontraremos en Bali-.

Pagaría por ver la cara que se le quedó.
Como todos los hombres son unos calconazos, acepta y se queda en Bangkok, compuesto, sin novia, y sin dinero, ya que ella se lleva el la mitad del efectivo y 1 tarjeta para disfrutar de un supuesto viaje romántico para los dos.

A los dos días, resuelto los problemas del pasaporte, nuestro perdedor llega a Bali.
Y no la encuentra en el hotel.
La llama al móvil y no contesta.
Se empieza a preguntar si algo malo le ha podido suceder, hasta que de noche recibe un mensaje de su chica, diciéndole que no la verá hasta mañana, por que ha conocido a una mujer muy simpática y muy maja, se han hecho súper amigas, y saldrán de copas, y donde irán está bastante lejos del hotel: Dicha mujer le ha aconsejado no coger transportes a altas horas de la mañana por su propia seguridad,y toman la decisión de dormir juntas, aunque ella regresará a su habitación con él por la mañana.

...

Al día siguiente si bien es cierto que ella regresa, no es para darle una cálida bienvenida, sino para recoger sus pertenencias y decirle adiós.
No regresará con él a Bangkok. Se ha enamorado de la mujer que conoció, y ha descubierto su vena lesbiana latente.
Discuten, se tiran los trastos a la cabeza.. y a saber que más. Incluso me imagino una disputa al puro estilo "tele-novela venezolana". De lo más cómico.

Ella huye a los brazos de su nueva amante, y él regresa a Bangkok con el rabo entre las piernas.
Y me lo comenta como algo trivial y sin importancia en el "staff room".
Y os imaginareis mi careto.

Esta chica no sólo es una cara dura. La pura realidad es que en Bali conoció a otro hombre más mayor que mi compañero de curro, con más estabilidad económica, y dispuesto a preparar los papeles necesarios para casarse y sacarla del país.
Esta mujer no necesita ser mantenida. Pertenece a una clase media y tenía un trabajo bastante aceptable antes de conocer al "feo Mancuriano".
Y no le importa dejarse ver por la calle con su nuevo amor. Patético.

Por otra parte, nuestro "amigo" se siente ofendido, traicionado.
Lo peor viene cuando me recuerda que se siente estafado por haber invertido años en una relación y que no se lleva nada a cambio:
-Por lo menos si hubiese tenido hijos-.


- Caso 2:

Lesbiana recién salida del armario juega entre sábanas con una hetero y no quiere percatarse de los posibles efectos que ello conlleva.

Una chiquilla vistiéndose de chico, con aptitudes masculinas y corte de pelo " a lo garçon" de 24 años llega aquí y se vuelve literalmente loca.
No deja de ser carnaza pura, un blanco indefenso por su inmadurez, pero aún así sucumbe a la belleza femenia tailandesa.
Conoce una noche a la que por hoy, vuelve a ser su pareja.
Masajista a pié de calle, (quierese decir aquellas mujercitas y mozuelos que ofrecen el masaje tailandés en la calle, no en los spas, y dicho masaje termina desembocando en lo puramente sexual).
Empiezan a conocerse, y la tailandesa se enamora de la chica inglesa y viceversa.
Al poco tiempo la británica le pide que se vayan a vivir juntos.

Comienza un romance aquí lujurioso y tormentoso a la vez, cuando la lesbiana descubre las verdaderas intenciones de los dichosos masajes, aunque la tailandesa niega hacer servicios extra por mantener intacta su decencia.
La británica le sugiere dejar el trabajo, ella le ayudará económicamente mientras consigue un trabajo más digno.
Por supuesto la local acepta, y no solamente la citada búsqueda de trabajo se hace interminable sino que un día le cuenta que en su pueblo, sus padres no trabajan, y que ellos están al cargo de cuidar a una niña de 5 años que tuvo en su etapa heterosexual cuando estuvo casada y necesita un extra para el mantenimiento de la niña y sus padres.
La estúpida de la inglesa-lesbiana terminará invirtiendo en una "supuesta familia" de la que no conocía su existencia ofreciendo unos 15000 bahts al mes (alrededor de 310 euros) más mantenerla a ella y sus caprichos.

Cuando la inglesa desembolsa la pasta, su "novia" viaja al pueblo para cerciorarse de que el dinero parará en los intereses de su hija; Mientras ella está allí todo contacto telefónico con su novia lesbiana se corta literalmente hasta su vuelta, por que la supuesta familia de la local desconoce su reciente homosexualidad.
En unos de estos viajes, la lesbiana, empieza a mosquearse de que algo raro pasa, (más vale tarde que nunca).
Intenta comunicarse vía móvil con "su chica" repetidas veces sin suerte.
A los pocos días, recibe una llamada de la chica sollozando histéricamente.
Está embarazada.

....

La explicación que la inglesa da a sus cercanos es de lo más surrealista.
Su chica estando en el pueblo salió una noche con antiguas amigas al bar de la esquina, y allí se encontró a su ex-marido, que siguiendo las pautas machistas, la abordó suplicando para que regresase con él, que no la había olvidado, que haría lo que fuese para tenerla a su lado. Discutieron acaloradamente y ella dejó el bar.
Al día siguiente su ex-marido se puso en contacto para dialogar racionalmente sobre intereses de su hija en común y ella aceptando, fue a la casita que en su tiempo compartieron.
Supuestamente le invitó a una copa, y la drogó.
Se despertó a su lado, a las horas.
El desmintió haberse aprovechado de ella, solo la tumbó ya que se había desmayado.
Ese mismo día la local regresó a Bangkok con su amada, pero decidió no contarle nada para evitar un disgusto.

Ahora de vuelta a su pueblo, se da cuenta que no le baja la regla. Está embarazada de sus ex-marido que la drogó y abusó de ella, como única salida forzosa para volver con ella.

La local no regresó. La reacción de la británica fue más de vergüenza y ridículo e impotencia que de rabia o disgusto.
Aún así tendió a no tener mucha objetividad cuando llegó el momento de aceptar la realidad y es cuando se escudó (quizá por miedo, por inmadurez o aceptar lo idiota que fue) en el "efecto tortilla", dándole la vuelta a la historia, y tomando como referente lo cabrón que fue su ex-marido, la preocupación de que va a ser de la tailandesa y su vida...
La realidad es que se creyó la historia pero no podía perdonar a la local, no por una infidelidad sino por preservar su propia imagen hacia los demás.
Vinieron los rumores, las risas a su alrededor, pero, lo llevó con bastante dignidad, la pobre.


...

Hace una semana la inglesa recibió una llamada desesperada de su ex: Había abortado, gastándose todos sus ahorros para la intervención (sigo creyendo que abortar en este país es penado por la ley), y estaba desesperada, colgada en el pueblo, sin dinero, sin trabajo, sin opciones. Perdida.

La lesbiana viaja a su encuentro, como amiga supuestamente, hablan, y adivinad: se la trae de vuelta.
Viven de nuevo juntas, felices como perdices, la tailandesa está inmersa en el compleja y de nuevo, interminable oda de buscar empleo, mientras la inglesa afirma que lo hace por caridad, cuando la realidad es que está enamorada como una perra y que le mean en la cara y dice que llueve.
No es más que un regreso a un campo de batalla sabiendo que tiene todas las de perder aunque intenta omitir una realidad que brilla por si sola.


Yo me mantengo muy al margen, tanto que he decidido sólo tener un trato cordial en el trabajo con la lesbiana y no querer empaparme en una mentira basada en una verdad que no existe.
No me quiero rodear de individuos que pueden vivir de tal manera y son capaces de verse todos los días al espejo sin darse cuenta que algo no va bien.
No quiero formar parte de esta inmundicia.

...Y aquí es cuando me permito intentar entender esta clase de gente y lo que espera de la vida...